dimanche 6 janvier 2008

2. INFORME EXPOSITIVO

Mini investigación:


Chrétien de troyes: (v. 1135 - V. 1190) es un escritor de la Edad media, considerado como el primero gran novelista francés. A él le debemos gran parte de los mitos artúricos a los que supo dotar de un esplendor que todavía hoy sorprende y encandila.


Su fuente de inspiración se encuentra en la tradición céltica y las leyendas bretonas (la materiade Bretaña Pero les confiere una dimensión cristiana nueva, fuertemente impregnada por los Cantares de gesta en lengua de oïl la segunda mitad del siglo XII. El secreto de su arte reside en su capacidad de operar, según sus propias palabras, la criada conjointure, es decir la mezcla sabiamente dosificada entre la materia y el sentido. Considerado como uno de los primeros autores de novelas de caballería

Vida:

Lo que conocemos de su vida es poca cosa. SE supone que ejercía la profesión de heraldo de armas. Fue el protegido de María, la hija de rey Luis VII y el Eleonor de Poitiers, casado en 1164 con conde Enrique Ier de Champagne.

Obras:

Perceval, que la muerte del poeta dejó innacabada, es dedicado a Philippe de Alsacia, conde de Flandes y de Vermandois, que perece a la cruzada en 1191. Chrétien escribía el dialecto de Troyes, poco diferente de la lengua de París, que todavía no se imponía la provincia. Probablemente se presentó con la imitación de la antigüedad, que inspiraba hacia el mismo tiempo la novela de Troya de Benoît de Sainte More, la novela de Tebas y Eneas. Un parentesco agudo natural lo hizo atársele con predilección a Ovide : Tradujo, sin duda el primero a la edad media, El Arte de gustar y tomó de las Metamorfosis el episodio de Progné, Térée y Philomèle. La versión de este ha sido intercalada, con otras obras antiguas de autores desconocidos, en Ovide moralizado, parafrasea las Metamorfosis puesta en verso en el siglo XIII por Chrétien Legouais de Sainte More. Philomena de Chrétien de Troyes escapó así de la destrucción, mientras que el Arte de gustar y el Bocado del hombro, que parece ser la historia de Pélops, no han sido encontrados hasta ahora. Se siente más el poema perdido sobre los amores de Tristán y de Iseut, que posiblemente fue la fuente de la gran novela en prosa, cuya moda duró hasta el Renacimiento.

Aunque las líricas atribuidas a Chrétien por manuscritos diversos no sean de una autenticidad ni de una fecha algunas,se cree que se pueden reconocer en él.


El resto de la obra del trovero champenés aparece bien conservado. La continuación cronológica de sus grandes novelas, totalmente dedicadas a héroes del ciclo de la Mesa redonda, es asegurada por testimonios diversos, y nada hace sospechar allí de hueco.


Historia regum Britanniae de Gaufrei de Monmouth todavía era en su novedad y difundía entre los sabios y los letrados el nombre y la gloria del gran rey Arthur de Bretaña. Desde hace tiempo, músicos y narradores en prosa vendían por las calles en les corro inglesas y francesas leyendas célticas y principalmente galesas. Sus temas preferidos habían seducido a poetas anglo-normandos, como este Béroul cuyo fragmento poseemos considerable sobre Tristán. La fantasía viva y maravillosa que animaba estas historias bretonas, el espíritu por ventura que reinaba allí, el papel que jugaban a eso la mujer y el amor, todo esto fue bien hecho para encantar la sociedad contemporánea de Chrétien de Troyes, esta sociedad ya refinada y galante, enamorada de fiestas y de ingenio. Por muy alejada de costumbres duras y severas que nos vuelvan a trazar los cantares de gesta.


El poeta francés era el primero a introducir en la literatura francesa del continente a Arthur y los caballeros de la Mesa redonda Por lo menos, es él quien tuvo la gloria de fijar las rayas más características bajo las cuales esta gente encantada persistió en la imaginación de la posteridad. Los sucesores de Chrétien imitan su estilo, sus procedimientos de composición, le toman nombres propios, lugares comunes, situaciones, aventuras, caracteres.


Con los ojos de los franceses de Inglaterra, Arturo y sus caballeros ya aparecían como modelos de la cortesía y de todas virtudes caballerescas. Gracias a Chrétien de Troyes, este ideal refinado del hombre de buena compañía y una concepción nueva de las relaciones de los dos Sexos encontraron su mejor expresión en las novelas de la Mesa redonda, como cinco siglos más tarde.


El poeta francés era el primero a introducir en la literatura francesa del continente a Arthur y los caballeros de la Mesa redonda Por lo menos, es él quien tuvo la gloria de fijar las rayas más características bajo las cuales esta gente encantada persistió en la imaginación de la posteridad. Los sucesores de Chrétien imitan su estilo, sus procedimientos de composición, le toman nombres propios, lugares comunes, situaciones, aventuras, caracteres.


Con los ojos de los franceses de Inglaterra, Arturo y sus caballeros ya aparecían como modelos de la cortesía y de todas virtudes caballerescas. Gracias a Chrétien de Troyes, este ideal refinado del hombre de buena compañía y una concepción nueva de las relaciones de los dos Sexos encontraron su mejor expresión en las novelas de la Mesa redonda, como cinco siglos más tarde.



Entre 1164 y 1175, escribía el Cuento de la Carreta; pero no lo. La narración, posiblemente a propósito, es confusa y oscura. Chrétien nos hace saber que su dama de Champaña la había abastecido la materia y el sentido de esta obra. Un viejo cuento galés de origen mitológico contaba el rapto de la reina Guenièvre, mujer de Arthur, por el rey del país del que ninguno vuelve y su liberación por un héroe, el que atravesaba un puente delgado y cortante como el hilo de una espada Probablemente es entre los franceses de Inglaterra dónde la aventura fue atribuida a Lancelot, personaje completamente desconocido de la tradición céltica. Contábamos que persiguiendo al raptor había perdido su caballo y había sido obligado a subir sobre una carreta: a consecuencia de lo que había allí poco noble como un caballero, quedaba para él de este accidente algún deshonor y el sobrenombre del Caballero de la Carreta. Tales son las grandes líneas del cuento(recitado) que recogió Cristiano y que tiró(sacó) una de las obras capitales de la literatura de la edad media, transformando la relación de avasallamiento fiel, que le unía a Lancelot a la mujer de su soberano, en un comercio amoroso(enamorado).



Ivain o el Caballero al León, compuesto hacia 1175, es posiblemente, a pesar de algunas longitudes, la obra maestra de Chrétien de Troyes y el mejor tipo de la novela artúrica. Hay bellas partes en el Cuento de Graal o Perceval, que poetas diversos tuvieron la ambición de continuar y de terminar. El estudio especial de diez mil hacia escritos por Chrétien es inseparable de un estudio de conjunto sobre la literatura inmensa de Saint-Graal, que se derivada de eso casi muy entera. Ciertos críticos le atribuyen al novelista el poema de Guillermo de Inglaterra, cuyo autor se nombra también Cresthien.





En conclusión, Chrétien es el primer autor conocido que utiliza, el romance clásico, tal y como lo estudiamos en el colegio, formado por versos octosílabos con rima asonante en los pares. También es el primer autor conocido que utiliza claramente los rasgos del amor cortés, que dominarán la literatura europea durante siglos y que, aún hoy, pueden encontrarse en numerosas obras literarias y cinematográficas.







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